Serafín Alonso


Nota de Eduardo Delgado publicada en El País de Montevideo el lunes 25 de mayo de 2015

Una policlínica que es ejemplo

A las 8:00 de la mañana, el pediatra Serafín Alonso comienza a atender niños en la Policlínica Aeroparque —a pocas calles del kilómetro 26 de la Ruta 101—.
 Pero su trabajo no termina en el consultorio, sigue con visitas a los recién nacidos en la zona, los niños en reposo en sus casas y los alumnos de escuelas y centros CAIF del lugar. La policlínica atiende a 800 niños, a cientos de adultos, y es un referente en salud pública que se intenta replicar en otros lados.

"El sistema en general funciona así: el pediatra tiene que ver al niño una vez por año para saber cómo está, hacer indicaciones y guardar la historia. Yo los tengo todos los días, veo a los padres cuándo y dónde quiero, les sigo el diagnóstico, hacemos un chequeo con la maestra. Si querés preocuparte y ser corresponsable de la vida de este botija, tenés que estar, conocerlo a él y a su familia", dijo Alonso, quien encabeza este centro asistencial modelo.

"Es una forma de hacer medicina, el súmmum de la pediatría y les digo a mis colegas que no se pierdan de esto. Soñé que lo podía hacer pero me superó. Recibo mucho más de lo que yo les doy a ellos", agrega.

La policlínica comenzó a funcionar en 2006, se atendía en "una covacha" al decir de Alonso, y el horario de pediatría comenzaba al mediodía "para que el sol calentara los techos y los niños no tuvieran frío cuando le sacábamos la ropa". Las instalaciones se fueron mejorando y el equipo de salud creció. La apuesta fue desde un principio el ir a buscar al paciente y no esperar que él llegara al consultorio.

La prioridad son los niños de cero a tres años y luego su seguimiento en los centros CAIF y escuelas a las que concurren, en una zona con alto porcentaje de niños y jóvenes por debajo del índice de pobreza. Los primeros tres controles de los recién nacidos se hacen en sus casas, se considera relevante que no estén en contacto con gente que puede estar enferma; luego en policlínica se inicia el vínculo con su familia.


 "El primer mes de vida vamos por los barrios a estar con ellos allí y te reciben divino porque vas a ver a la reina de la casa", relata Alonso. Agrega que en esta zona, cuando un niño está enfermo en general no tiene acceso a una emergencia médica y la familia recurre a él. Por eso su celular recibe decenas de llamadas cada día.
Referentes.

Alonso sostiene que los niños y adolescentes en esta zona "necesitan referentes y que estén, no que pasen dos meses y no los vean más. Porque en este Uruguay después de las 17:00 cuando las escuelas cierran, no hay nada abierto, no hay oficinas públicas, ni hay lugares para encontrarse". Relata que tampoco hay farmacias, "por lo que los adolescentes que necesitan preservativos no tienen dónde comprar, yo tengo empaquetados y si ando en el auto reparto".

Afirma que esta es "una forma de hacer la medicina" porque "no hay otra opción para atajar gurises. Uno puede ponerse a exigir que tienen que cuidarse, pero esta realidad es así". Las opciones para los adolescentes son pocas. "Ni siquiera tenemos un club de fútbol grande para que jueguen", dice Alonso y cuenta que tienen decenas de experiencias iniciadas: "armamos cuadros de fútbol, de voleibol, pero se me acabaron los zapatos, las camisetas, las pelotas y se terminó el partido. Tenías que ver las ganas que le ponían".

Dice que cuando al consultorio llega una mujer que le dice que está en la calle, "no puedo decirle que voy a escribir un informe que irá al Mides central para que en unos meses me digan si pueden actuar o no. Yo necesito tener a mano recursos para hacer".

El jueves, Alonso atendió a 34 pacientes desde las 8:00 a las 15:00 y luego salió a ver "a los recién nacidos, los que están resfriados o tienen otra cosa".

"Pero más allá de lo que ves, es lo que te relacionás, la familia de un niño que visito hoy sabe que voy a las 16:00 y todos alrededor también lo saben. Paro el auto y me organizan la consulta, me dicen a quién tendría que ver y me permiten entrar a sus casas donde me reciben espectacular". Expresa que en su trabajo "todos los días tengo adrenalina, cosas para hacer y la gente es divina".

Añade en ese sentido que si bien en muchos ámbitos se cuestiona la relación médico- paciente, "acá es excelente, no hemos tenido problemas". "No todos hacemos la misma medicina, sabemos que algunos pacientes se quejan de que entran al consultorio y el médico ni siquiera les ve la cara. Eso aquí no es así, acá les miramos las caras, los acompañamos, respiramos con ellos. Estamos", dice.

"Esto es una elección y vocación, ojalá haya más gente haciéndolo. El que se pierde esto, se pierde la medicina", resalta.

En una de las escuelas de la zona se instaló un consultorio odontológico, donde un odontólogo y Alonso atienden a los niños. "El dentista está ahí, el médico está ahí, el que enseña está ahí. Todos en la escuela, los padres se van a trabajar y saben que los niños están cubiertos por todos lados. Y si no los ves en la escuela, te avisan si están con fiebre u otra cosa y los paso a ver. Estás con ellos, respirás con ellos", dice.

Alonso sostiene que para ser corresponsable del crecimiento de los niños "debés tener un sistema en que asumas una responsabilidad y para eso tenés que poner fechas, ver cómo evolucionan, ya que en el país estamos recalentados de diagnósticos y el tema es qué hacemos con eso".
PROYECCIÓN

El modelo se replicará en zona de Canelones


Estela Nogueira, directora de la Región Sur de ASSE, dijo que se busca replicar la experiencia de la policlínica Aeroparque en toda la región de Canelones Este.

Claudia López, directora de ASSE en esa región del departamento canario, dijo que para quienes conocen la tarea de esta policlínica "es la mejor forma de trabajo y por eso lo estamos intentando implementar en toda la red de atención primaria de Canelones Este".

El trabajo de los médicos en las escuelas para los controles de salud "es el concepto macro, se hizo un piloto en Aeroparque que se extendió a Barros Blancos. La idea es replicarlo en la región de Canelones Este, que incluye desde el peaje hasta Jaureguiberry", dijo Nogueira.

Agregó que la concurrencia de médicos a las escuelas es un complemento del programa Aduana, que atiende a los niños desde su nacimiento a los tres años. "Son estrategias que usamos para asegurar el control de los niños, que muchas veces no van a la consulta y hay que salir a buscarlos a sus domicilios, los CAIF, las escuelas, los jardines; donde sea más accesible para los usuarios".

Esto es parte de un "cambio en el modelo de atención" y de los principios del Sistema Nacional Integrado de Salud.
Dificultad deaprendizaje y embarazo adolescente


El pediatra Serafín Alonso conoce a los niños de la zona de la policlínica Aeroparque desde sus primeros días de vida y a sus familias también. Entre los fenómenos que afectan a esta población y que más le preocupan están las dificultades de aprendizaje, la violencia contra las mujeres, el abuso de drogas y el embarazo adolescente.

Tanto él como su equipo de trabajo en la policlínica hacen todo lo posible en estos temas, pero reconoce que faltan herramientas y acciones pensadas para esos fenómenos y esa población.





Justamente, la empresa Kimberly-Clark y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo interactuaron con el Ministerio de Educación y Cultura, ASSE y la Intendencia de Canelones para realizar diversas actividades sociales en la zona, con prioridad en la entrega de equipamiento a la policlínica y programas para sus usuarios, entre ellos "Infancia en Plan de Vuelo" y "Jóvenes Listos para el Despegue", con énfasis en embarazadas y madres jóvenes.